Seguro que alguna vez te has preguntado qué te iría mejor para ese dolor de rodilla, si sería más aconsejable hacer uso de unas bolsas de hielo, más conocidas como “cold packs” o mejor tumbarte a descansar con la manta eléctrica.
Aquí os traemos las claves para afrontar estas situaciones y saber qué va a ir mejor para favorecer la recuperación de nuestros tejidos lo antes posible.
¿En qué situaciones es aconsejable hacer uso del hielo, «cold packs», o baños de agua fría?
Sabemos que la finalidad del hielo es desinflamar, calmar el dolor y reducir el riego sanguíneo de la zona. Esto se debe a que nuestro cuerpo, frente a bajas temperaturas, ve reducida su capacidad de transmitir los impulsos nerviosos, las venas y arterias se contraen y, por tanto, la sangre no llega bien a la zona haciendo que se ralentice la cascada de procesos químicos que producen la inflamación del tejido.
¿Por cuánto tiempo debemos aplicar hielo a la inflamación?
Debemos tener en cuenta el tiempo a la hora de realizar aplicaciones con hielo, ya que los efectos a los que queremos llegar pueden cambiar en cuestión de pocos minutos. Cuidado con aplicarlo más de 20 minutos, pues aunque hace que se reduzca la inflamación del tejido, afecta negativamente a la recuperación ya que frena la proliferación (células reparadoras) y remodelación del tejido (colágeno y fibra muscular). Leer estudio completo.
Actualmente no hay pruebas totalmente válidas para afirmar que el uso del frío en lesiones agudas de los tejidos sea beneficioso, sino más bien lo contrario.
Por tanto, ¿cómo deberíamos aplicarlo?
No. Debemos tener en cuenta que el calor aumenta la vasodilatación y, por tanto, la inflamación y el riego sanguíneo, con lo cual lo aplicaremos en zonas que no haya un buen aporte de nutrientes:
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